Hay declaraciones de amor que pasan a la historia. De la que vengo a hablar yo hoy, no se produjo un 14 de febrero sino un 4 de mayo, pero fue probablemente la más multitudinaria de la historia y la que cambiaría profundamente la vida de muchas personas. Concretamente de los profesionales de IT del mundo entero.

El 4 de Mayo del año 2000, un correo electrónico comenzó a llegar a los buzones de cientos de miles de personas. El asunto rezaba “ILOVEYOU” y contenía – sin más mensaje – un archivo adjunto con el nombre “LOVE-LETTER-FOR-YOU.TXT”.

La cultura de la seguridad informática a principios de siglo era inexistente fuera de los círculos más técnicos, por lo que una inmensa mayoría de los receptores del mensaje, abrieron confiados el archivo adjunto, desatando el -probablemente- virus más conocido de la historia y uno de los más letales (en términos económicos y de propagación).

El adjunto, llamado realmente “LOVE-LETTER-FOR-YOU.TXT.vbs”. Era un archivo de tipo «Visual Basic Script», el lenguaje en el que estaba escrito el virus. La extensión *.vbs estaba oculta por defecto en sistemas Windows lo que facilitó el engaño y que la gente no desconfiase.

Una vez ejecutado, «I Love You» se copiaba en varias ubicaciones del disco duro, incluyendo entradas en registro, para asegurarse la ejecución al inicio del sistema. Posteriormente, se auto-replicaba enviándose a toda la libreta de direcciones de Outlook y por último, corrompía los datos del equipo, modificando archivos de todo tipo, sustituyéndolos por archivos *.vbs.

La propagación (con su consiguiente efecto destructivo en sistemas de todo tipo) fue tal que sólo 9 días después se habían reportado 50 millones de infecciones a nivel mundial, lo que representa un 10% del total de los equipos conectados a la red en aquel momento.

Empresas de todo tipo (Iberia, AT&T, Ford…) y entes gubernamentales como el Pentágono, la Reserva Federal de EEUU o el Parlamento Británico, se vieron afectadas. Un impacto a nivel mundial que se valoró en unos 10.000 millones de euros. Se estima que en España, un 80% de las empresas conectadas a internet fueron afectadas por «I Love You».

Muchas empresas tuvieron que desconectar sus sistemas de la red, mientras los responsables de IT se intercambiaban las soluciones vía FAX y las empresas de seguridad doblaban turnos para disponer de parches y herramientas de eliminación.

Puede decirse con toda seguridad, que «I Love You» fue un antes y un después en el mundo de la ciberseguridad. Desde ese momento las empresas tomaron conciencia de las políticas de seguridad informática, la importancia del mantener los sistemas al día, la adopción de sistemas antivirus, firewalls y no menos importante…la formación en seguridad informática a nivel general, desde el director al becario, el mensaje caló hondo y se empezó a fraguar la desconfianza en remitentes desconocidos y en los archivos adjuntos.

Y es que nadie puede decirle que no al amor. Pero en este caso, los miles de corazones (y bolsillos) rotos que dejó «I Love You», sirvieron, como en toda mala experiencia amorosa, para aprender valiosas lecciones y hacernos más fuertes de cara al futuro.